A las mujeres desmedidas con las que trabajo,

porque esto no es mío, sino de todas.

Porque con vosotras todo es mejor... ¡y más valiente!

Gracias, Mª José, Belén A, Belén B, Rocío, Ana, Olga, Míriam y Nuria, leonas todas ellas.


Desmedidas es un proyecto que se diseñó con el ambicioso objetivo de empoderar a nuestras alumnas con su cuerpo para que tuvieran las herramientas necesarias para reconciliarse con sus medidas, tuvieran la talla que tuvieran, midieran lo que midieran, fueran como fueran.

El objetivo era realmente ambicioso, pues contamos con una siniestra competencia que acecha a nuestras adolescentes de una manera poderosa y cruel: la industria de la belleza.

Es una competencia poderosa porque está presente en todos los espacios imaginados... incluso en los que no somos conscientes, y más allá de los que nosotras, como docentes, podemos alcanzar.

Es una competencia cruel porque acecha a las mujeres desde la infancia y solo busca lucrarse. Es especialmente dura porque propone un canon imposible de alcanzar, y por lo tanto, crea infinitas frustraciones. El problema en la adolescencia se aviva, pues es la edad más vulnerable y complicada, dados los cambios propios que se producen en el cuerpo de l@s adolescentes y la difícil relación que se establece con ellos.

Estos cambios se viven de manera angustiosa y preocupante, sobre todo en el caso de las chicas, debido al canon de belleza impuesto en nuestra sociedad (occidental y capitalista). Este malestar provoca un rechazo hacia el propio cuerpo que se traduce en personas inseguras, con baja autoestima, capaces de hacer cualquier sacrificio que les lleve a su fin más preciado, que no es más que aquel que la publicidad ha impuesto, convenciéndolas de que la belleza está en la delgadez y en la juventud. Es el plan perfecto, pues como una estrategia de marketing muy estudiada, se pretende llevar a las chicas al rechazo de su propio cuerpo para ofrecerle después la solución más anhelada y "necesaria". Desgraciadamente, de este procedimiento no solo se benefician los mercados: una mujer insegura es una mujer dócil para la prosperidad del sistema patriarcal.

Desde nuestra posición de docentes, es nuestra intención deconstruir este canon de belleza que la publicidad nos ha vendido, desmantelando sus técnicas perversas y fomentando el espíritu crítico en nuestros alumnos y alumnas para que aprendan a reconciliarse con su cuerpo, a saber cuidarse desde hábitos saludables y a cuestionar campañas publicitarias que pretenden imponernos qué es la belleza, hasta qué edad dura, qué y cuánto debemos consumir, cómo debemos actuar y a qué debemos someternos para conseguir los beneficios de los mercados.

A lo largo de este trabajo, trataremos de desmontar las campañas publicitarias que se valen de la vulnerabilidad de la mujer insegura de sí misma por el aspecto que tiene, para incitar al consumo de productos milagrosos y cosméticos. Veremos además, cómo poco a poco la industria de la belleza comienza a acechar los hombres, que están cayendo en la trampa. Comprobaremos también, cómo se sigue menospreciando y maltratando el cuerpo de la mujer, a través de las dietas milagro, depilaciones estéticas, cirugías, zapatos de alturas imposibles y productos para disfrazar la edad y ocultar el paso de los años.